Seguro que recuerdas aquella fiesta fin de curso en la que mamá te hizo el disfraz de jipi o de pajarito… Pues sí, han pasado un montonazo de años y ha llegado tu turno. Ese momento en el que viene tu hij@ diciéndote: » mami, la seño dice que tenemos que vestirnos de Ariel o de Simba»…
Y es ahí cuando comenzamos con todos los preparativos, acudimos a la reunión con las demás mamás, preparamos los disfraces, ensayamos la coreografía con nuestros peques, e incluyo cuando ellos no están en casa seguimos con esa melodía puesta.
Dicen por ahí que se han visto a mamis en estas fechas bailando por la calle las coreografías Y SIN SUS HIJOS AL LADO, vamos de locura total!!! Y por fin llega esa tarde tan esperada, nuestro peque va a salir al escenario. Comienza la música, y ahí estamos nosotras con la cámara de vídeo expectante, ya salen, ya salen… y comienza el baile. Nosotras nos vamos moviendo a la vez que ellos, miras a un lado y a otro y puedes ver a las demás mamis ¡BAILANDO TAMBIÉN!.
Ya está terminando la actuación, tenemos los nervios a tope, las piernas nos tiemblan y por fin…para la música y todo el mundo comienza a aplaudir fuertemente.¡¡¡ Bien, todo ha salido bien!!! Atrás quedaron las noches haciendo el disfraz, la tarde de hoy maquillándole la carita, esa carita tan risueña y llena de ilusión, todos esos sufrimientos valieron la pena porque nuestro peque se lo ha pasado en grande y siempre recordará su FIESTA FIN DE CURSO.
