Su gran debilidad son los niños, por eso siempre que puede, busca un hueco en su agenda para acercarse a los centros de acogidas, hospitales, asilos, asociaciones benéficas infantiles, para dejar su huella y repartir un poco de amor, magia y felicidad a los que más lo necesita, siempre sin esperar nada a cambio, excepto la sonrisa de un niño que hace de eso, una gran gratificación personal y moral para seguir trabajando día a día en el mundo del espectáculo.