¡Hey Yupiteros! ¡Cuidar el planeta es cosa de todos y todas!
Un día, Yupita estaba en su colorido jardín cuando una mariposa brillante y curiosa se posó en su nariz. —¡Yupita! —dijo la mariposa—, necesito tu ayuda. El Planeta Tierra está perdiendo su brillo porque muchas personas se olvidan de cuidarlo. Preocupada, Yupita agarró su maleta mágica y decidió emprender una aventura para hablar con los seres del planeta. Primero fue al bosque, donde los árboles le contaron que necesitaban más amigos para crecer. Después, se sumergió en el océano, donde los peces le pidieron que recordara a todos la importancia de reciclar para mantener sus aguas limpias. Finalmente, las abejas le dieron una misión especial: enseñar a los más pequeños a plantar flores y cuidar la naturaleza. Y así, con su nariz roja, su sonrisa y sus talleres mágicos, Yupita…